Horizonte para 2017

Para todos aquellos que nos preocupamos por nuestra alimentación y por la calidad ecológica de nuestro planeta, este año 2017 va a ser clave en la lucha contra los contaminantes hormonales, unos tóxicos industriales muy comunes en productos de uso cotidiano, alimentarios y no alimentarios, que afectan seriamente a nuestra salud.

La UE tiene que decidir si regula los contaminantes hormonales. Esto podría suponer la prohibición del bisfenol-A, los Ftalatos, los almizcles sintéticos, los perfluorados, metales pesados (plomo, cadmio) o ciertos disolventes. Una lista demasiado larga de sustancias tóxicas.

Ya hay muchos estudios científicos que relacionan estas sustancias con malformaciones durante la gestación, cánceres (testículos, mamas, tiroides,...), obesidad, diabetes,... La Comisión Europea ha actuado hasta ahora como paladín de la Industria, o mejor dicho, de las grandes empresas químicas, farmacéuticas y cosméticas, y han sido los movimientos ciudadanos los que han puesto este asunto, que atenta seriamente contra la salud, en la mesa del legislador. 

También volveremos a tener un nuevo capítulo de la larga lucha contra el glifosato, pues el Parlamento Europeo ha de decidir si renueva el permiso de uso a este conocido herbicida, que es sin duda el que tiene mejor documentados sus efectos adversos, y a la vez es el más ampliamente empleado, tal vez porque lo fabrica el mayor gigante de la industria: Monsanto-Bayer. 

Como consumidores-ciudadanos, tenemos un papel que jugar. Nuestra principal arma como consumidores es nuestra cesta de la compra: revisa que utilizas y rechaza productos que incorporen estas sustancias. Perfumería y limpieza del hogar son las principales fuentes de uso, pero no las únicas; en los productos alimentarios, por ejemplo, es mejor adquirir productos a granel, reutilizando nuestros envases, y buscando la proximidad. Y como ciudadanos, es bueno informar a nuestro entorno, apoyar las movilizaciones y difundir las recogidas de firmas que ya se están organizando.